Como Llegue a Esto...

Soy Luis Javier Madrigal, y mi viaje hacia la terapia está profundamente enraizado en mi creencia de que las conexiones humanas tienen un poder increíble para sanar y transformar nuestras vidas. Desde joven, entendí que la manera en que nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos es la clave para vivir una vida emocionalmente rica y plena. Fue este entendimiento el que me llevó a estudiar psicología y, eventualmente, a convertirme en consejero de salud mental.

Un capítulo importante de mi vida fue mi tiempo en Mount Angel Abbey, un periodo que me ayudó a profundizar en mi ser y a crecer como persona. Vivir allí me permitió desarrollar una conexión más profunda conmigo mismo y con la humanidad, un proceso que me enseñó la importancia de la introspección, la contemplación y la conexión emocional genuina. Esa experiencia transformadora me preparó para ser un terapeuta más completo, capaz de ofrecer a mis clientes una presencia auténtica y compasiva.
 

Mi enfoque terapéutico se basa en la Terapia Focalizada en las Emociones (TFE), un modelo fundamentado en la ciencia del apego que me permite ayudar a las personas y parejas a sanar sus vínculos emocionales, ya sea consigo mismas o con sus seres queridos. La TFE me permite explorar con mis clientes los patrones emocionales que generan desconexión y conflictos, ayudándoles a transformar esos ciclos destructivos en relaciones más fuertes y saludables.
 

Soy terapeuta bilingüe (español e inglés), y mi identidad como hombre gay latino también me ha permitido conectarme con aquellos que enfrentan desafíos culturales y emocionales similares a los míos, especialmente en lo que respecta a la autodefinición y la reconciliación con la identidad personal. Este aspecto de mi vida me ha dado una perspectiva única que traigo a cada sesión, creando un espacio donde mis clientes pueden sentirse vistos y comprendidos de una manera profunda y genuina.
 

Además de mi formación en TFE, he sido voluntario en varios entrenamientos de esta metodología, lo que me ha permitido continuar aprendiendo y creciendo como terapeuta. Mi enfoque es siempre inclusivo y empático, ofreciendo un espacio seguro donde no solo exploramos tus desafíos, sino también tus fortalezas y potencial para sanar.
 

Fuera del ámbito profesional, me apasiona sumergirme en libros, disfrutar de una taza de té y tener conversaciones profundas con amigos cercanos. Mi tiempo en Mount Angel Abbey me recordó la importancia de estar presente y en paz con uno mismo, y esa misma serenidad la traigo a mi práctica terapéutica.
 

Mi propósito como terapeuta es acompañarte en tu propio viaje de sanación y autoconocimiento. Estoy aquí para caminar a tu lado y ayudarte a ser la mejor versión de ti mismo.